miércoles, 2 de noviembre de 2011

¿Qué pintamos?

Resulta que Grecia, el país cuna de la civilización q1ue conocemos como occidental, el que nos abrió los caminos de las artes, las ciencias, la cultura y el saber, el que propició el desarrollo de nuestra sociedad y nuestra forma de vida, tiene ahora a ese mismo mundo occidental en jaque. Y todo porque su primer ministro ha tenido la feliz idea de proponer que hable la democracia antes que encajar el estoque final de los mercados.

Podemos echar las culpas de la situación de Grecia a quién queramos, a los griegos por ser como dicen algunos, unos "jetas" que viven alegremente sin pagar impuestos, gastando lo que no tienen y sin producir prácticamente nada. También podemos echarla a sus dirigentes por haber mentido dicen en sus cuentas y en los datos proporcionados al resto de Europa para integrarse en el euro. Pero cómo no, también se la podemos echar a ese actual presidente del Banco Europeo, que era el presidente del banco que ayudó a Grecia a mentir al resto de europeos, y finalmente también se la podemos echar a aquellos países cuyos bancos compraron alegre y masivamente deuda griega y que ahora se ven con el agua al cuello. Todos son culpables,l absolutamente todos y no se puede salvar a ninguno. Por ello todos deben asumir y pagar las consecuencias.

¿Es que los bancos alemanes que compraron deuda griega no sabían como estaban las cosas en Grecia?. No es comprensible que esas entidades que supuestamente conocen todos los datos y hacen todos los estudios y previsiones, no tuvieran ni idea de esto.

¿Es que es un premio justo que el que ayudó a Grecia a maquillar sus cuentas y mentir, se le otorgue ahora la presidencia del Banco Europeo?

¿Es que esos políticos y dirigentes griegos que mintieron, no tienen nada de que responder?

Parece ser que los únicos malos de la película son los ciudadanos griegos y, ya sea por interés personal, partidista, electoral o el que sea, la propuesta del primer ministro de convocar el referendum es pedir al pueblo que hable en un tema en el que hasta ahora sólo han hablado los mercados, los políticos de países que no son el suyo y de entidades de esas globales, para decirles a los griegos que van a pasar las próximas décadas a pan y agua y encima sin rechistar.

Que hablen pues los griegos y que decidan ellos si quieren dar un salto al vacío por sí solos o prefieren que otros les empujen, porque me temo que al final, será lo mismo una cosa que otra.

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