miércoles, 21 de marzo de 2012

El Piyayo


El Piyayo, fue un famoso mendigo que hubo en Málaga, al que José Carlos de Luna le escribió esta magnífica poesía. 
El Piyayo me la recitaba a mí mi padre cuando yo era niño, y es una poesía que siempre me acompañará, no en vano forma parte del subtitulo de este blog.  Ahí va:

¿Tú conoces al "Piyayo", 
un viejecillo renegro, reseco y chicuelo; 
la mirada de gallo
pendenciero 
y hocico de raposo 
tifioso...,
que pide limosna por "tangos"
y maldice cantando "fandangos"
gangosos...?

¡A chufla lo toma la gente,
y a mí me da pena
y me causa un respeto imponente!

Ata a su cuerpo una guitarra,
que chilla como una corneja
y zumba como una chícharra
y tiene arrumacos de vieja
pelleja.
Yo le he visto cantando,
babeando
de rabia y de vino
bailando
con saltos felinos,
tocando, a zarpazos,
los acordes de un viejo "tangazo":
Y el endeble "Piyayo" jadea,
y suda..., y renquea,
y, a sus contorsiones de ardilla,
hace son la sucia calderilla.

¡A chufla lo toma la gente!
A mi me da pena
y me causa un respeto imponente.

Es su extraño arte
su cepo y su cruz,
su vida y su luz,
su tabaco y su aguardientillo...,
y su pan y el de sus nietecillos;
"churumbeles" con greñas de álambre
y panzas de sapo,
que aúllan de hambre
tiritando bajo los harapos;
sin madre que lave su roña;
sin padre que "afane",
porque pena una muerte en Santoña;
sin más sombra que la del abuelo...
¡Poca sombra, porque es tan chicuelo!
En el Altozano
tiene el cuchitril
-¡a las vigas alcanza la mano! -,
y por lumbre y por luz un candil.
Vacía sus alforjas 
- que son sus bolsillos -. 
Bostezando, los siete chiquillos
se agrupan riendo.
Y, entre carantoñas, les va repartiendo
pan y pescao frito
con la parsimonia de un antiguo rito:
-¡Chavales!
¡Pan de flor de harina!... 
Mascarlo despasio.
Mejó pan no se come en palasio.
Y este pescaito, ¿ no es ná?
¡Sacao uno a uno del fondo der má!
¡Gloria pura é!
Las espinas se comen tamié',
que to es alimento...
Así..., despasito.
Muy remascaíto.
¿ No yores, Manuela!
Tú no pués, porque no tienes muelas
¡Es tan chiquitita mi niña bonita!...
Así despasito.
Muy remascaito,
migaja a migaja - que dure -,
le van dando fin
a los cinco reales que costó el festín.
Luego, entre guiñapos, durmiendo,
por matar el frío, muy apiñaditos,
la Virgen María contempla al "Piyayo"
riendo.
Y hay un ángel rubio que besa la frente
de cada gitano chiquito.

¡A chufla lo toma la - gente!... 
¡A mí me da pena
y me causa un respeto imponente!

lunes, 19 de marzo de 2012

Los segundos inteligentes


No estimados lectores, este post no tiene nada que ver con que las personas tengamos unos segundos de tiempo inteligente al menos una vez cada día, aunque a muchas personas sería mucho pedirle incluso que lo tuvieran una vez solamente en toda su vida, ya que muchos de ellos y no crean que de escasa formación y capacidad, sino personas aparentemente formadas y con puestos y cargos de altura y responsabilidad, nacen, permanecen en la vida y se van de la misma sin haber disfrutado nunca de ese segundo mágico de inteligencia, por mucho que muchos de ellos se crean los más inteligentes del mundo.

No, aunque el título del post pueda llevar a engaño, la cosa no va de tiempo y de inteligencia. De lo segundo sí, pero de lo primero no. Vamos a ver si consigo hacerme entender.

En primer lugar está bien aclarar que me voy a referir al mundo de la política, ya que es el que actualmente nos tiene a todos con el corazón en vilo día tras día, esperando ver qué hacen unos y otros para orientar o desorientar nuestros destinos.

Resulta evidente y es algo que todos vemos, que cuando una persona va adquiriendo notoriedad en su ámbito y círculo político, la lógica consecuencia es que va escalando peldaños en la organización o ámbito en el que desarrolla su actividad, ya sea a nivel local, autonómico o nacional. En esta escalada va ocupando, por méritos propios se supone y por los designios de quien ocupa cargos superiores, puestos de cada vez mayor altura y responsabilidad, ya sea en su organización o partido si es que éste no está en el poder, o en puestos institucionales, si su partido tiene las llaves del poder en ese momento.

Durante este trayecto van apareciendo y desapareciendo personas y personajes de lo más variopinto, y en una gran cantidad personas con los más extraños y oscuros intereses. Siempre y como en casi todas las circunstancias de la vida suele haber personas buenas, con buenos principios y fundamentos, pero desgraciadamente son pocos ya que la buena gente suele ser apartada, relegada y pisoteada, bien por su inocencia y honradez o bien por no plegarse a un intercambio de intereses con los que no están de acuerdo. Por lo general los que abundan más son las personas malas, sin principios y sin fundamentos, que son aquellas que siempre se arriman al sol que más calienta.

Estos políticos que van ascendiendo posiciones, van adquiriendo como decía más importancia e influencia en todo aquello que hacen y dicen, y se produce un fenómeno curioso y contraproducente que consiste en que cuanto más alto suben, más se van alejando de la realidad social, y más se va cerrando un estrecho círculo de personas a su alrededor que no siempre actúan de la forma correcta. Por razones de seguridad y de control, el político que está en la cima se encuentra prácticamente aislado de la vida real, está rodeado de fuerzas de seguridad, de consejeros, de aduladores, y de personas “conseguidoras” tratando de obtener cualquier ganancia personal. Dejando a un lado a aquellos que se dedican y tienen como tarea la protección y seguridad del político en sí, el resto constituyen ese heterogéneo grupo que yo englobaría en el término de “los segundos”.

Y en este grupo es en donde en general suelen existir los problemas, ya que en un porcentaje bastante alto, siempre suele estar formado mayoritariamente por personas mucho más exaltadas, más fanáticas y más extremistas que el propio político, y que como son el cortafuegos natural del  personaje, son los que filtran y deciden las cosas que le llegan a sus oídos. Ahí es donde está el gran peligro, ya que se produce una distorsión de la realidad y el político acaba formándose una idea de las cosas que dista mucho de lo que en realidad son.

En este grupo de “segundos” es donde las personas, por su afán de ser el más importante a ojos del jefe, o de obtener privilegios personales, o de conseguir una cuota de poder más alta que la de otros, es donde existe el peligro para la sociedad. Y este grupo lo forman todos esos aduladores, voceros, medios de comunicación y demás personajes que, sin dar nunca la cara, son capaces de torcer y fanatizar cualquier asunto y cualquier realidad cotidiana.

Los personajes y políticos deberían saber rodearse de “segundos inteligentes” porque sería la única manera de que a todos nos fuera mejor en la vida. 

domingo, 11 de marzo de 2012

Dejemos que descansen

Aún estaba amaneciendo cuando el tiempo se paró
Noticias confusas, palabras, dudas, gritos y dolor
Sonaron truenos asesinos, brillaron llamas de horror
Callaron voces soñolientas y el cielo se oscureció

Tengo muy presente cada minuto de aquella terrible mañana del 11 de marzo. Oía la radio como cada día, las noticias, las inminentes elecciones, los trastos que unos y otros se tiraban a la cabeza, los reproches, los desprecios y los engaños, y de repente comenzó la locura, ¡algo ha pasado en Atocha, en un tren!. Una explosión, ¿un atentado?, nadie se atrevía a asegurar nada.

Luego otra explosión, El Pozo, luego otra, Santa Eugenia, parecía que el infierno se hacía presente en Madrid. El Prestige, la guerra de Irak, el terrorismo, la economía, todo iba quedando en un segundo, tercer o enésimo nivel de importancia, para ir dando paso a la escalofriante realidad de lo que acababa de suceder. Muchas bombas, muchos muertos, muchos heridos y Madrid que se convertía en una sinfonía de sirenas, coches de policía, ambulancias, bomberos, todos en una confusión aterradora y siniestra, en carreras frenéticas por llegar a los lugares de los atentados. Todos con el alma encogida de pensar lo que allí podían encontrarse: el caos, el horror, el infierno, la más absoluta de las atrocidades a las que puede llegar el ser humano.

Luego más confusión, han sido unos, han sido otros, se van obteniendo datos, pruebas, se van conociendo detalles y se va avanzando en las investigaciones.

Hace ya ocho años y pensé que todo aquello había sido aclarado suficientemente, pero hoy, ocho años después, veo que unos dicen que éste es un día para rendir homenaje a aquellas desgraciadas personas que murieron, sufrieron y padecieron, mientras otros dicen que es un caso aún no cerrado y que existen muchos detalles que aclarar.

¿Qué quieren, que vivamos toda la vida en el eterno conflicto sobre quién fue o dejó de ser?
¿Qué intereses hay en revolver el infierno?
¿Hay alguien tan bajo de moral y humanidad que pretenda que por puro egoísmo vuelvan de nuevo los conflictos sobre algo tan dramático?

Ya se aclaró todo, ya sabemos quienes fueron, ¿qué más quieren?

Desde aquí mi pequeño homenaje a aquellas pobres e inocentes personas. Descansen en paz.

jueves, 8 de marzo de 2012

Bla, bla, bla, palabras, palabras y frases

Qué bonitas que suenan esas palabras y frases que en los últimos tiempos se han convertido en el lenguaje habitual de políticos, empresarios, tertulianos, economistas, banqueros, periodistas y demás elementos humanos que se han dado en erigirse guiadores de nuestras vidas y pensamientos y en ser los gurús de explicar las cosas, una vez que todos las hemos sufrido.

Qué a gusto se deben quedar todos ellos después de soltar esas parrafadas sin pies ni cabeza, con las que pretenden hacer que creamos que son "más que suficientemente preparados", y más que merecedores de ocupar el lugar social que ocupan. Se lo han ganado a pulso se supone porque saben, y son capaces de hablar sin decir, de decir sin comprometerse y finalmente de comprometerse sin adquirir compromiso alguno.

Y finalmente qué tontos somos el resto de los humanos que escuchamos, vemos y creemos que efectivamente saben y hablan bien.

Bla, bla, bla, palabras huecas que no tienen detrás nada más que eso, vacío y más vacío, nadie dice las cosas que de verdad piensa y siente, y son casi todos los que ni sienten ni piensan las cosas que dicen. Sólo buscar la vanidad, la explicación fácil de las cosas, los argumentos más retorcidos para convencer al prójimo de que todos y cada uno tienen la razón, y sobre todo esa eterna justificación injustificable de que "yo no dije lo que dije", o "me lo han sacado de contexto".

Prometen y no lo cumplen pero les da igual porque saben que en el fondo, a nosotros también nos va a dar igual, no vamos a demandárselo porque cada uno de nosotros tiene ya su opinión formada y deformada, y para lo único que lee y escucha a todos estos personajes es para poder luego decir, claro ya sabía yo que mi postura era la acertada, lo dice fulanito o menganito. En el fondo nadie escucha o lee para informarse y formarse opinión partiendo de una situación imparcial y objetiva, la gente lee y escucha solo para reafirmarse más en sus filias y asegurarse más en sus fobias, respaldadas en ambos casos por esos personajes importantes que le dan a uno tranquilidad de conciencia.

martes, 6 de marzo de 2012

Qué depresión, qué deprimente

Hoy es un día como cualquier otro, un martes soleado y anodino sin nada que destacar, a no ser que queramos destacar lo mismo de todos los días, es decir, qué mal están todas las cosas, y cómo cada día se nos ponen un poco peor. Pero llevamos ya tanto tiempo con lo mismo que parece que ya hemos adquirido la adecuada dosis de anestesia y casi, casi que ya ni nos enfadamos, ni nos cabreamos, ni nos rebelamos, vamos que prácticamente ni sentimos ni padecemos, nada ni frío ni calor, ni rabia ni dolor, ni alegría ni temor, y así podríamos seguir hasta el infinito.

Pero no por todo ello deja de ser un día más que se añade a la larga lista de días sumatorios que poco a poco, y en pequeñas dosis como los envenenamientos más malvados, nos están llevando a la depresión más profunda, a la tristeza más absoluta y a la pérdida de ilusión y esperanzas, en el presente y en el futuro.

Oímos cada día a los gobernantes y políticos decirnos que hubo unos gobernantes anteriores irresponsables que nos metieron en un túnel de caída libre hacia la ruina, pero que gracias a ellos y con las medidas que se están tomando, pronto podremos ver alguna pequeña luz al final del túnel.

Y no estoy de acuerdo en absoluto con esto, y fundamentalmente no estoy de acuerdo en dos cosas básicas y elementales. La primera en quiénes consideramos cada uno que han sido los responsables de meternos en éste túnel. No niego que los políticos y gobernantes anteriores tengan su parte de culpa en este desaguisado, pero no sólo han sido ellos, ha habido otros mucho más culpables y que nunca asumen ninguna culpa ni responsabilidad. Ha habido financieros denigrantes, brokers sin escrúpulos, banqueros sin vergüenza, empresarios impresentables y más, muchos más que siguen campando a sus anchas mientras el resto acabarán acampando en los prados cuando les quiten sus casas y les coma la pobreza.

Pero hay otra cosa aún más importante con la que no comulgo, y es esa de que pronto, cuando ya el hambre, la sed y la necesidad esté a punto de aniquilarnos, podremos empezar a ver la luz al final del túnel.

Y NO, rotundamente NO señores gobernantes y gente de dinero, YO QUIERO QUE HAYA LUZ EN EL TÚNEL, aquí y ahora que es cuando la necesitamos. No quiero morirme en el presente mientras ustedes se escudan en el pasado para arruinarnos el futuro.

lunes, 5 de marzo de 2012

¿Por qué no lo hacen?

Leo una entrevista en El Pais al Decano de IE Business School, el señor Santiago Íñiguez, en la que comenta que es necesario formar directivos menos arrogantes, y que sólo con buenos gestores en las empresas, en la política y en la vida social, podremos en algún momento salir de la crisis en la que nos encontramos.

Bien, un aplauso por mi parte hacia estos pensamientos y al atrevimiento de manifestarlos tal cual, poniendo negro sobre blanco. Pero más allá de éste aplauso, me surgen de inmediato las lógicas preguntas, ¿por qué decirlo y no hacerlo?, ¿es tan difícil o es sencillamente imposible?, ¿por qué siempre tiene todo el mundo la costumbre de decir bonitas palabras que luego nada tienen que ver con los hechos posteriores?.

Estoy totalmente de acuerdo en que una mayoría de directivos y la casi totalidad de los aspirantes a serlo tienen en la arrogancia una de sus principales "señas de identidad", o de "demostración de poder" o de "mírame lo bueno que soy y lo malos que son el resto". Es así desde hace mucho y no veo signos de que la cosa cambie. Y es más, esa misma arrogancia se ve aumentada en algún grado cuando esos directivos han pasado por alguna de las mejores escuelas de negocios y obtenido sus títulos de Máster correspondientes.

Lo sé y lo afirmo en primera persona, puesto que yo he pasado por muchos puestos directivos, y también poseo mi correspondiente Máster, precisamente de la escuela de la que es decano el Sr. Íñiguez. Efectivamente un maravilloso MBA de esos tan valorados. Y sí, también he visto y en algunos casos sufrido la arrogancia y prepotencia de muchos directivos y de muchos aspirantes trepadores a serlo, y también sé que precisamente las escuelas de negocios lo que promueven en general es precisamente eso, arrogancia y elitismo, prepotencia y suficiencia.

Por tanto desde aquí yo animo el sr. Íñiguez a que si de verdad piensa lo que dice, no deje pasar ni un solo minuto y ponga manos a la obra. Las empresas, su capital humano y la sociedad en general estarán muy agradecidas si consiguen en algún momento, cambiar ese chip arrogante-directivo de muchísimos dirigentes por ese otro chip, mucho menos glamuroso pero infinitamente más humano de la solidaridad hacia los demás. Todos saldremos ganando.

jueves, 1 de marzo de 2012

Van encajando las piezas

Hoy hemos comenzado el mes de marzo con una sorprendente noticia, el gobierno del PP ha destituido a la cúpula directiva de la ONIF, Oficina Nacional de Investigación del Fraude de la Agencia Tributaria, dependiente del Ministerio de Hacienda. Curiosamente uno de los destituidos es el Jefe de investigación de la oficina, un señor que destapó y llevaba las investigaciones sobre la Gürtel y sobre el caso Urdangarin.

Esta destitución, unida al hecho acontecido hace unas semanas de la inhabilitación del juez Garzón por las escuchas de Gürtel, no nos puede llevar a pensar otra cosa que no sea que pronto, muy pronto, todo el tema de Gürtel pasará a la historia, y los corruptos que se han llevado tantos millones de euros de las arcas públicas, verán como sus procesos y sus condenas quedan en el olvido.

Esta es una vez más la demostración de la "verdad" que vocea continuamente el partido popular, su verdad que no es otra que la de ocultar todas sus miserias, que son muchas y variadas, y airear hasta la saciedad las miserias de sus oponentes políticos. Y mientras tanto, van ganando elecciones incomprensiblemente, van obteniendo un poder como ningún partido había tenido antes en nuestro país, y van empobreciéndonos a todos mientras sus amigos y aledaños se enriquecen cada día más.

Y mientras "ascienden" a Jefe adjunta a una señora que tuvo que dimitir de la CNMV por su actuación irregular en el caso Gescartera cuando gobernaba Aznar.

De nuevo vemos cómo nos preparan un futuro cada día más pobre para la población, con menos bienestar social, mientras unos pocos continúan su escalada de enriquecimiento imparable. Y lo más triste de todo es que son muchos millones de personas quienes aún les siguen creyendo y apoyando.

España va mal, muy mal, y cada día que pasa, se nos pone un poquito peor.