jueves, 8 de marzo de 2012

Bla, bla, bla, palabras, palabras y frases

Qué bonitas que suenan esas palabras y frases que en los últimos tiempos se han convertido en el lenguaje habitual de políticos, empresarios, tertulianos, economistas, banqueros, periodistas y demás elementos humanos que se han dado en erigirse guiadores de nuestras vidas y pensamientos y en ser los gurús de explicar las cosas, una vez que todos las hemos sufrido.

Qué a gusto se deben quedar todos ellos después de soltar esas parrafadas sin pies ni cabeza, con las que pretenden hacer que creamos que son "más que suficientemente preparados", y más que merecedores de ocupar el lugar social que ocupan. Se lo han ganado a pulso se supone porque saben, y son capaces de hablar sin decir, de decir sin comprometerse y finalmente de comprometerse sin adquirir compromiso alguno.

Y finalmente qué tontos somos el resto de los humanos que escuchamos, vemos y creemos que efectivamente saben y hablan bien.

Bla, bla, bla, palabras huecas que no tienen detrás nada más que eso, vacío y más vacío, nadie dice las cosas que de verdad piensa y siente, y son casi todos los que ni sienten ni piensan las cosas que dicen. Sólo buscar la vanidad, la explicación fácil de las cosas, los argumentos más retorcidos para convencer al prójimo de que todos y cada uno tienen la razón, y sobre todo esa eterna justificación injustificable de que "yo no dije lo que dije", o "me lo han sacado de contexto".

Prometen y no lo cumplen pero les da igual porque saben que en el fondo, a nosotros también nos va a dar igual, no vamos a demandárselo porque cada uno de nosotros tiene ya su opinión formada y deformada, y para lo único que lee y escucha a todos estos personajes es para poder luego decir, claro ya sabía yo que mi postura era la acertada, lo dice fulanito o menganito. En el fondo nadie escucha o lee para informarse y formarse opinión partiendo de una situación imparcial y objetiva, la gente lee y escucha solo para reafirmarse más en sus filias y asegurarse más en sus fobias, respaldadas en ambos casos por esos personajes importantes que le dan a uno tranquilidad de conciencia.

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