lunes, 22 de octubre de 2012

Carrera política

La verdad es que uno se pregunta, a estas alturas de la vida, si no hubiera sido mejor una vez terminados los estudios universitarios, haberse afiliado a algún partido político y haber hecho carrera en él. Aunque claro, por entonces era uno demasiado joven, la democracia apenas tenía dos años de vida, y uno tampoco sabía cómo funcionaban estas cosas.

Ahora, después de tantos años de vida profesional, de tantas luchas y sinsabores en el mundo de la empresa, y de llegar a un momento en el que el futuro está cada vez más negro por la maldita crisis, observo que los únicos que no tienen miedo a no tener el mes próximo un sueldo que llevarse al bolsillo, son los políticos, los demás estamos con la guillotina rozándonos el cogote y con la ansiedad y la incertidumbre de no saber si mañana, pasado, la semana próxima o el mes que viene, estaremos en la calle envueltos en deudas y sin saber hacia donde tirar.

Y pienso que no debería ser así, no entiendo por qué en la política, para llegar a algo, tienes que haber hecho carrera previamente. Los partidos políticos han demostrado en los últimos años que son entes enormemente cerrados en si mismos, con los círculos de poder enquistados en los que no entra nadie que no haya hecho los méritos oportunos, y eso significa haberse partido la espalda haciendo genuflexiones día tras día. Los máximos dirigentes de los partidos están tan sumamente aislados de todo y de todos, que no tienen la menor idea de lo que pasa en la calle, de lo que piensan y quieren los ciudadanos y de las penurias que pasamos cada minuto del día y de la noche. Se han aislado voluntariamente y por eso no pueden saber qué tienen que hacer. Su único contacto con los ciudadanos se produce cada cuatro años, cuando durante las campañas electorales, se ven obligados a pedir el voto y por ello se dignan a hablar a lo que ellos piensan que es el pueblo, en los numerosos mitines que ofrecen. Pero ni en este caso tienen contacto real con el pueblo, ya que todos los que asisten a los mitines o son "hooligans", o son aduladores profesionales, o son afiliados jóvenes haciendo carrera o finalmente son "interesados" que buscan alguna prebenda de los políticos de turno. No representan en ningún caso a la población general.

Y mientras esto siga así, seguiremos teniendo políticos que llevan 40 años de "carrera" y por tanto 40 años viviendo una realidad que no tiene nada que ver con la verdadera realidad. El sistema debería cambiar y no permitir que un político esté en su cargo más de 8 años, ya sea como presidente, como ministro, como diputado o como lo que sea. No más de ocho años y a dejar paso a otros.

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