sábado, 12 de enero de 2013

Así nunca se arreglará nada

Estoy ya muy cansado, harto, indignado y asqueado de ver lo que ocurre en las empresas de éste país una vez tras otra. Muy harto y muy asqueado.

Estoy hasta las narices de escuchar a políticos, empresarios, banqueros y toda la fauna de este país que en general no da un palo al agua, decir continuamente que las empresas españolas no son competitivas, que los trabajadores en nuestro país no trabajan lo suficiente, que ganan más de lo que se merecen y que viven por encima de sus posibilidades y lo único que les gusta es "rascarse la barriga".

Yo he trabajado en unas cuantas empresas e incluso he dirigido alguna, y siempre he tenido compañeros y empleados que han dado el callo como el que más, que se han implicado, que han regalado horas a las empresas, que han sacrificado muchas veces su vida personal y su ocio para sacar algún trabajo adelante. Siempre he visto gente comprometida, gente que sabe lo que es ganar el pan con el sudor de la frente y que sabe lo que supone tener un trabajo, y hoy día aún con más razón que nunca. Siempre he visto a la gente responder cuando ha sido necesario e incluso cuando no lo ha sido. Está claro que también me he tropezado alguna vez con algún "jeta" que prefería ser de los que se ganaban el pan con "el sudor del de enfrente", pero afortunadamente siempre han sido excepción y elementos aislados.

Por eso me cabreo tanto cuando oigo lo de los trabajadores y la competitividad.

No señores, lo que pasa en las empresas españolas es que por cada trabajador que se deja los cuernos, siempre hay algún directivo que vive del cuento y encima se lleva la pasta. Lo estamos viendo todos los días y por eso las empresas van como van, porque hay mucha gente en ellas que "no produce" sino que simplemente se dedican a pintar la mona y llevarse una pasta por ello.

Y la prueba la vemos cada día con nombramientos en las empresas de "asesores externos", "consejeros extraordinarios", "consultores que no saben de qué va la cosa" y un largo etcétera. Y las pruebas son: Urdangarín en Telefónica, Rato en Telefónica, Aznar en Endesa o donde sea, Güemes en no sé que empresa sanitaria, Acebes en Iberdrola o donde sea, etc, etc, etc. Hasta a Belén Esteban la acaban de fichar como "Directora de Ahorro y Relaciones Públicas" o algo similar en una empresa de telefonía móvil. Y todos ellos llevándose una pasta por "tocarse las bolas".

Y por cada uno de estos "cerebros" que fichan y "no producen" despiden a unos cuantos trabajadores de los que "sí producen".

¿Creen ustedes que de esta forma vamos a conseguir alguna vez salir adelante?