martes, 16 de febrero de 2016

Pactos

Era yo muy jovencito cuando llegó la democracia a España, se celebraron las primeras elecciones y se preparaba la Constitución.

Era el año 1977 y los líderes de los partidos eran Adolfo Suárez (UCD), Felipe González (PSOE), Santiago Carrillo (PCE), Manuel Fraga (AP) y Enrique Tierno Galván (PSP). De aquellas elecciones, que ganó UCD, salieron unas Cortes constituyentes (Congreso y Senado), que en poco más de un año fueron capaces de negociar, pactar, redactar y someter a referéndum una Constitución, ni más ni menos, que la norma fundamental del estado, que rige nuestras vidas desde entonces.

Aquellos diputados negociaron, y negociaron mucho porque lo que estaba en juego era fundamental para España, y hemos de remarcar que entre aquellos líderes había de todo menos buena armonía hasta unos meses antes de las elecciones. Personas que tenían mucho que reprochar a otras por los exilios, encarcelaciones y persecuciones políticas padecidas, frente a otras personas que habían vivido bastante bien hasta la fecha y que se jugaban perderlo todo. Pero hablaron, negociaron y llegaron a un consenso histórico.

No sé si hubo vetos, pero si los hubo se superaron, e imagino que no fue nada fácil llegar a acuerdos entre personas radicalmente opuestas y enfrentadas en sus planteamientos políticos y fundamentalmente en sus vidas. Unos, exiliados o perseguidos y encarcelados, y otros en las esferas del poder franquista hasta entonces. Supongo que todos tuvieron que tragar saliva y morderse la lengua muchas veces, pero lo hicieron y salimos adelante.

Y llegamos al año 2016 en el que las últimas elecciones han dado un mandato a los políticos para que se vuelvan a sentar a dialogar, porque los españoles ya no queremos ni mayorías absolutas, ni apisonadoras, ni coacciones, ni venganzas, queremos un gobierno que mire por nosotros, que se preocupe por nosotros y que haga las cosas necesarias para que España siga siendo un país envidiable y envidiado, como lo era hace algunos años.

Y yo me pregunto, ¿qué razones tiene el PP para vetar a nadie?, ¿qué razones tiene Podemos para vetar a nadie?, ¿qué razones tiene C’s para vetar a nadie?

Ya sabemos que al PP solo le mueve su ansia de poder e imagino que a C’s le mueve el miedo contagiado de que llegan los bolivarianos. Pero a Podemos, ¿qué le mueve?, ¿acaso sus dirigentes han padecido exilio, cárcel, persecución?, ¿han sufrido algo que les impida seguir el ejemplo de las Cortes Constituyentes y sentarse a dialogar?, ¿o es simplemente que su máximo líder no cabe en sí mismo de su egolatría y no soporta otra cosa que no sea ser el más listo, el más guay y el más mejor de todos?

Con gente así, creo que no llegaremos a buen puerto nunca.

Los líderes de las Cortes constituyentes sabían que detrás de ellos había un país dividido, un  ejército alerta y receloso, y una población que ansiaba libertad, justicia, trabajo y dignidad, y consiguieron ponerse de acuerdo. Son prácticamente las mismas cosas que demanda hoy la población, con la ventaja de que tenemos una población mucho más formada e informada, y mucho más preparada para todo.

¿No saben darse cuenta de eso, o es que no tienen capacidad para hacerlo?.