Era yo muy jovencito cuando llegó la democracia a España, se
celebraron las primeras elecciones y se preparaba la Constitución.
Era el año 1977 y los líderes de los partidos eran Adolfo Suárez (UCD), Felipe González (PSOE), Santiago Carrillo (PCE), Manuel Fraga (AP) y Enrique Tierno Galván (PSP). De aquellas elecciones, que ganó UCD, salieron unas Cortes constituyentes (Congreso y Senado), que en poco más de un año fueron capaces de negociar, pactar, redactar y someter a referéndum una Constitución, ni más ni menos, que la norma fundamental del estado, que rige nuestras vidas desde entonces.
Era el año 1977 y los líderes de los partidos eran Adolfo Suárez (UCD), Felipe González (PSOE), Santiago Carrillo (PCE), Manuel Fraga (AP) y Enrique Tierno Galván (PSP). De aquellas elecciones, que ganó UCD, salieron unas Cortes constituyentes (Congreso y Senado), que en poco más de un año fueron capaces de negociar, pactar, redactar y someter a referéndum una Constitución, ni más ni menos, que la norma fundamental del estado, que rige nuestras vidas desde entonces.
Aquellos diputados negociaron, y negociaron mucho porque lo que
estaba en juego era fundamental para España, y hemos de remarcar que entre
aquellos líderes había de todo menos buena armonía hasta unos meses antes de
las elecciones. Personas que tenían mucho que reprochar a otras por los
exilios, encarcelaciones y persecuciones políticas padecidas, frente a otras
personas que habían vivido bastante bien hasta la fecha y que se jugaban
perderlo todo. Pero hablaron, negociaron y llegaron a un consenso histórico.
No sé si hubo vetos, pero si los hubo se superaron, e imagino que
no fue nada fácil llegar a acuerdos entre personas radicalmente opuestas y enfrentadas
en sus planteamientos políticos y fundamentalmente en sus vidas. Unos,
exiliados o perseguidos y encarcelados, y otros en las esferas del poder
franquista hasta entonces. Supongo que todos tuvieron que tragar saliva y
morderse la lengua muchas veces, pero lo hicieron y salimos adelante.
Y llegamos al año 2016 en el que las últimas elecciones han dado
un mandato a los políticos para que se vuelvan a sentar a dialogar, porque los
españoles ya no queremos ni mayorías absolutas, ni apisonadoras, ni coacciones,
ni venganzas, queremos un gobierno que mire por nosotros, que se preocupe por
nosotros y que haga las cosas necesarias para que España siga siendo un país
envidiable y envidiado, como lo era hace algunos años.
Y yo me pregunto, ¿qué razones tiene el PP para vetar a nadie?,
¿qué razones tiene Podemos para vetar a nadie?, ¿qué razones tiene C’s para
vetar a nadie?
Ya sabemos que al PP solo le mueve su ansia de poder e imagino que
a C’s le mueve el miedo contagiado de que llegan los bolivarianos. Pero a
Podemos, ¿qué le mueve?, ¿acaso sus dirigentes han padecido exilio, cárcel,
persecución?, ¿han sufrido algo que les impida seguir el ejemplo de las Cortes
Constituyentes y sentarse a dialogar?, ¿o es simplemente que su máximo líder no
cabe en sí mismo de su egolatría y no soporta otra cosa que no sea ser el más
listo, el más guay y el más mejor de todos?
Con gente así, creo que no llegaremos a buen puerto nunca.
Los líderes de las Cortes constituyentes sabían que detrás de
ellos había un país dividido, un
ejército alerta y receloso, y una población que ansiaba libertad,
justicia, trabajo y dignidad, y consiguieron ponerse de acuerdo. Son
prácticamente las mismas cosas que demanda hoy la población, con la ventaja de
que tenemos una población mucho más formada e informada, y mucho más preparada
para todo.
¿No saben darse cuenta de eso, o es que no tienen capacidad para
hacerlo?.
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