sábado, 15 de diciembre de 2012

Él solo pasaba por allí

“Aprobamos las cuentas de Bankia rápido para quitárnoslas de encima”.

El vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández, cree que los consejeros no tenían que revisar los números de la entidad si el auditor ya les había dado el visto bueno

El vicepresidente primero de CEOE, Arturo Fernández que hoy declaró como imputado en el caso Bankia, dijo que los "ex consejeros" que como él, aprobaron las cuentas reformuladas del grupo que arrojaban pérdidas millonarias, lo hicieron para quitarse "esto de encima de la forma más rápida posible". Fernández ha afirmado además que "si Deloitte dice que están bien las cuentas, no voy a leerlas", han informado fuentes jurídicas.

Fernández ha explicado que en los consejos de administración no se analizaron en profundidad las cuentas y que cuando tuvieron que rehacerlas el tema se abordó de "una forma muy escueta".

Este hombre, segundo en importancia de los empresarios españoles ha dicho estas cosas, por mucho que a los ciudadanos normales y corrientes nos puedan parecer increíbles.

Este hombre que, por ese "meticuloso, profesional y responsable" trabajo de consejero de Bankia cobraba "solamente" 154.000 euros, no es otra cosa que un redomado sinvergüenza.

Este hombre es de los que se hartan de decir que "hemos vivido por encima de nuestras posibilidades", que para salir de la crisis es "necesario trabajar más y ganar menos", dice también que "los trabajadores españoles tienen que ser más competitivos y más profesionales", y dice otras muchas cosas más, sin el más mínimo pudor, sin la más mínima vergüenza y sin el más mínimo sentimiento de solidaridad humana.

Este hombre es un indecente y desgraciadamente hay muchos como él en nuestro país, ése es el gran problema que tenemos, la cantidad de impresentables como él que se están llevando un pastón por no hacer nada, por arruinar cuanto tocan, mientras dicen a voz en grito que hay que rebajar salarios, que hay que abaratar despidos y que tenemos que apretarnos el cinturón, que ya no es ni siquiera cinturón, es pura miseria.

Este hombre y todos los que son como el se están riendo de nosotros, nos están llamando gilipollas a la cara y nos están despreciando como si fuéramos pobres infelices que no debemos hacer otra cosa que esperar los mendrugos de pan que ellos quieran tiranos como a los perros. Este hombre y los que son como él, son los que nos están arruinando el país y la vida por unas cuantas generaciones.

Y el día que alguien no pueda aguantar más y en lugar de suicidarse como los desahuciados, le dé por salir a la calle a "cortar cojones", todos estos se lo habrán ganado a pulso.

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