Ayer fué 11 de marzo, una fecha especial para todos y para los madrileños en especial. Como cada año en ese día me vinieron a la memoria muchas cosas.
En primer lugar los inicios del día a eso de las 8 de la mañana cuando, oyendo la radio como cada mañana mientras me duchaba y vestía para salir a trabajar, empecé a escuchar a Iñaki Gabilondo adelantar las confusas noticias que se empezaban a producir.
Era difícil concretar nada porque había mucha confusión, pero desde luego lo que no nos podíamos imaginar nadie era la magnitud de lo que ocurrió.
Poco a poco y con el alma encogida, íbamos conociendo detalles, alcance del atentado, personas afectadas y a cada nuevo dato el estupor y la indignación crecía paralela a la rabia y la impotencia. Era imposible de asimilar y comprender para una mente normal, que alguien pudiera haber realizado un acto de tamaño salvajismo.
Madrid y los madrileños dimos una lección de solidaridad y generosidad para con las víctimas. Aquél día Madrid sangró y Madrid lloró. Quedó marcado para siempre en nuestra memoria y en nuestros corazones.
Tampoco he podido comprender luego como algunas personas y algunos medios han sido capaces de utilizar un drama como este, para sus intereses particulares. Estas personas no tiene ningún calificativo humano, más bien habría que buscar algún calificativo animal.
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Comparto totalmente lo que dices y yo que también vivia en Madrid entonces y ahora nó. Me viene a la cabeza que lo que vivimos aquellos días que fueron muchos, sólo lo sabemos los que estubimos alli. Es como las guerras que vemos en la televisión y nos impresionan las imagenes, pero no emiten el sonido del "silencio" al poco de ocurrir la tragedia.
ResponderEliminarDesconocía ese sonido pero se me ha quedado grabado.
Y por supuesto nunca comprenderé que alguien pueda mentir y manipular la información rodeados de tanto sufrimiento.
Impresionante la reacción de Madrid, es el pueblo más grande que conozco, es todo un ejemplo.