miércoles, 28 de noviembre de 2012

Esos puestos de trabajo añorados


Me apetece escribir pero no sé de qué, mejor dicho no es que no lo sepa, es que hay tantas cosas sobre las que escribir que es difícil elegir un tema, y más que nada porque ninguno de los temas sería alegre u optimista, todo lo contrario, no hay más que desgracias alrededor, tragedias, miserias de personas amigas o no, conocidas o no, que cada día te tocan la sensibilidad y te arrebatan el poco optimismo que uno pueda tener. Y todo eso sin contar con las tragedias y miserias de uno mismo, que tampoco son nada despreciables.

Hoy hablaba con alguien acerca del paro, de los trabajos y de cómo la gente accede a ellos, o mejor dicho accedía, porque no creo que hoy día haya muchas personas que tengan la fortuna de acceder a trabajos, más bien son muchas, cada día más las personas que acceden al INEM, esa gran “contratadora” que tiene al 25% de la población activa de nuestro país en su nómina, aunque le pasa lo mismo que a muchas empresas, es decir, que no paga a todos sus “contratados”, sólo a una parte de ellos. El resto figuran, están en las listas, pero sin cobrar.

Pues como decía, hablaba con esta persona y comentábamos lo que se dice cada día por parte de esos que se llaman “gurús” y “expertos” - por cierto que cada día hay más expertos en casi todo y por tanto más ignorantes de casi todo – sobre que hay que saber hacer un curriculum, sobre que hay que estar bien formado, sobre que hay que preparar una entrevista, y en general sobre todas esas cosas que aconsejan para encontrar, dicen ellos, un trabajo o para asegurarse, siguen diciendo ellos, el éxito en una entrevista de trabajo. Me decía incluso que él hace muchos años había sido instructor en eso de preparar curriculums y que al final por una experiencia de alguien cercano a él, constató que toda aquella parafernalia formal de cartas, curriculums, etc, etc, no valía para nada. Al final me comentó: mira, la realidad es que ni curriculums maravillosamente redactados y expuestos, ni cartas maravillosamente pensadas y convincentes, ni entrevistas sesudamente preparadas y estudiadas, aquí lo único que te puede proporcionar un trabajo es que alguien te conozca y te recomiende o mejor aún, te contrate directamente.

Y yo le he dado la razón, porque pienso lo mismo. Aquí no vale tener un excelente curriculum, no vale tener una sobresaliente formación y una exitosa experiencia profesional, aquí lo único que vale es que alguien que conozcas y te conozca te abra una puerta para tener un trabajo. No sé si existirán estadísticas acerca de trabajos cubiertos mediante selección de curriculums obtenidos por anuncios y trabajos cubiertos porque alguien te ha abierto una puerta, pero en mi opinión, por cada puesto cubierto por selección de curriculums, debe haber unos 10 cubiertos porque un conocido o amigo te ha abierto una puerta.

Las cosas son así, no valen experiencias, ni formaciones, ni profesionalidad, sólo vale tener una buena agenda, pero no solo de amigos, sino de amigos o personas que tengan influencia y poder, que además a ser posible te deban algo o a las que puedas reclamar una ayuda por favores que en algún momento les hayas prestado. Y así nos va.

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